Las eco-inversiones han tenido durante mucho tiempo una mala reputación. Pero la realidad es diferente: las empresas que siguen las pautas ESG están abordando los temas de vital importancia para el futuro. Para los inversores, esto a menudo abre oportunidades de rentabilidad superiores a la media.
Actualmente se está produciendo un replanteamiento en numerosas empresas. Los estándares ecológicos, sociales y éticos están cobrando relevancia y se están emitiendo como parámetros centrales a partir de los cuales se toman las decisiones de inversión. En los últimos años, los aspectos climáticos y de sostenibilidad han provocado un cambio de paradigma en la sociedad, que las empresas ya no pueden ignorar. Sólo aquellas que se adaptan son percibidas con una imagen positiva y son una oportunidad de inversión para inversores internacionales.
Sin embargo, el cambio hacia una economía verde y más respetuosa con el medio ambiente conlleva grandes desafíos. Circular, eficiente, inclusivo y limpio son las cuatro premisas que guían el cambio. En la práctica, sin embargo, los objetivos resultantes, como menos residuos y desmaterialización, una mejor utilización de los recursos existentes y procesos de producción lo más libre posible de emisiones, suponen una gran carga financiera para muchas empresas y bloquean los recursos. Pero las inversiones valen la pena: aquellos que enfrentan los desafíos ahora y trabajan en los temas del futuro también crean una buena base para un crecimiento superior al promedio a largo plazo. Porque con inversiones sostenibles, las empresas invierten en el progreso y el futuro.
El proceso de transformación también es interesante para los inversores y ofrece oportunidades lucrativas por varias razones. En comparación con las inversiones tradicionales, las inversiones ESG puntúan sobre todo en criterios importantes como el rendimiento y el riesgo. Un ejemplo es el índice de sostenibilidad de Morningstar Europe, que logró una ganancia anual promedio del 6,6 % en los cinco años hasta finales de 2020. Por el contrario, el índice Europe Large-Mid Cap subió menos del cinco por ciento.
Los fondos sostenibles y los ETF sobre acciones globales también han tenido un buen desempeño en el pasado reciente. En particular, las áreas que han recibido apoyo de políticas, como la energía alternativa, han mostrado un rendimiento superior significativo en relación con el mercado general. Por ejemplo, el ETF iShares Global Clean Energy superó significativamente a los principales barómetros de renta variable mundial, como el MSCI World, e incluso superó al mercado general por un factor de diez en 2020.
Además de un mayor rendimiento, las inversiones ESG también reducen la susceptibilidad de la cartera a fluctuaciones en fases de mercado más turbulentas. A finales de 2018 y en el primer trimestre de 2020, cuando la crisis del coronavirus desencadenó el desplome de los mercados bursátiles, los índices centrados en la sostenibilidad perdieron menos terreno que el mercado en general. Sin embargo, los inversores deben mirar con cuidado al elegir. Ahora hay varios cientos de fondos y ETF que se centran en la sostenibilidad.
